Golosinas poco ortodoxas | Almeida & Vesta|

Llevaba mis manos en los bolsillos de mi pantalón, moviendo con una de mis manos los galeones que tenia para gastar ese día. No estaba muy seguro en que cosas podría mal gastar el dinero que mis padres me habían dejado, pero tampoco era que me importase. Ir a Hogsmeade no me parecía mala idea para aquel día, estaba medio nublado y el clima me tentaba a hacer bromas con la magia, claro que primero debería de conseguir una victima.

Entre a Honeydukes en búsqueda de algún chico o chica que quisiera sufrir un pequeño ataque, claro que no seria solo diversión para mi, también me gustaba que mis victimas se divirtieran con la broma. Vague entre la tienda, aprovechando que estaba ahi, podría comprar algunas golosinas para después cuando fuese a estudiar o algo asi. -Mmm chocolate...- pensé en las ranas de chocolate que tanto me encantaba perseguir, asi que me dispuse a coger varios paquetes de las mismas, logre identificar tambien a varios alumnos.

Mis manos estaban llenas de las golosinas en forma de rana, eran mis preferidas que mas podía decir, suponía la encargada de la tienda no se sorprendería de mi compra exagerada. Ansiaba comerme una de esas ranas en ese momento, pero primero debería hacer fila para pagarlas, vaya que estaba lleno el lugar. Estaba tomando las ultimas cajitas de ranas de chocolate que mis brazos podían sostener cuando llego una de las pocas -muy pocas a decir verdad- Slytherins que me caían bien. -Hey Almeida!- saludé a la chica castaña con un asentimiento de cabeza y una sonrisa. -Estoy bien, y ¿tu?. Te ofrecería mi mano pero ya ves- moví ligeramente los brazos dándole a entender que estaban ocupados.

-Llegue hace poco, unas horas quizá- me encogí de hombros recordando el viaje de casa hasta aquí, Almeida, una de las pocas serpientes que no tachaban a los demás por su sangre, o por lo menos no lo ha demostrado, era la hija de Salazar Slytherin, uno de los fundadores de Hogwarts, una buena chica si me lo preguntan, mas aun si Adam esta con ella, por eso al tratarla no me sorprendía que sea pareja de mi compañero de casa.

Estaba caminando poco a poco, según la inmensa fila avanzaba. -¿Y Adam?- me atreví a preguntarle por su novio, se que no siempre estaban juntos pero pensé que al ser un día 'libre' pasarían el día en compañía. Una chica rubia llego con nosotros saludándonos con familiaridad, mi mente quedo en blanco... No solía ser un chico olvidadizo, por eso pasaba las clases a pesar de saltármelas a menudo, pero ahora no recordaba el nombre de la rubia. -Hola... Ammm- mordí levemente mi labio inferior tratando de recordar a la chica. -Disculpa mi olvido pero... ¿cual es tu nombre?-

-Jejeje, si lo siento por los amantes de las ranas como yo- hubiese rascado mi nuca como de costumbre cuando me pillaban en alguna travesura o jugarreta, pero en esa ocasion mis brazos estaban repletos de ranas de chocolate. Seguimos avanzando en la fila, la cual ahora me parecia más larga, me pregunté si algunos niños habrian dejado meter a la fila a sus amigos, pero no me importo, tambien pasamos en esa etapa.

-Por mi parte igual, quede en Hufflepuff, no esperaba menos- me encogí de hombros o eso trate ya que con tanta caja no podía moverme mucho para no dejar caer alguna. -Soy tejon de corazón- levante levemente el rostro hacia el cielo, en pose de ilusion y orgullo, claro combinado con mi voz de broma. -Y no te preocupes Almeida, yo cuidare de Adam- bromee un poco con la serpiente, en realidad Adam era uno de los que me vigilaban para que no cometiera muchas de mis 'aventuras heladas'. -Elegí Internacionalista- sonreí.

Seguía intentando mantener el equilibrio para no dejar caer ninguna caja rellena de ranas, en ese momento me pregunte porque no había usado mejor la varita para hacer levitar las cajas y tener mis manos libres para hacer mis movimientos comunes. Una de mis pocas manías era mover las manos exageradamente a la hora de decir algunas bromas o palabras sarcásticas, en realidad era muy extraño el que me quedase quieto, suponía por eso iba muchas veces a los despachos de los maestros después de clases, a recibir un buen sermón o regaño acerca de mi comportamiento.

Vi a Vesta alejarse, lamentaba no darle de mis chocolates pero... no podia evitarlo era adicto a ello. Mi hermana solía decirme que me casaría con una caja de chocolates en lugar de una mujer, yo no lo negaba, si pudiese lo haría. Sonreí asombrado al oír a Almeida, ¿aun recordaba aquella jugarreta? ¡Increíble! pensé que era el único que aun recordaba esa magnifica broma. -¡Como olvidarlo! Fue grandioso ver la cara de aquel chico cuando termine la ilusión- reí con entusiasmo recordando. -No importo para nada el castigo a cambio del buen momento que pasamos- Después de aquel momento el fin de semana castigados fue solo pan comido, nada empeoraría esa broma. -Pero que bueno que no le hicieses caso, sino serias como ellos- arrugue la nariz con disgusto, aquellos dos no eran de mis personas preferidas, en realidad casi ningún Slytherin lo era. -Ademas, te perderías de una vida llena de gracia a mi lado- nuevamente hice ese porte de orgullo, sin duda creía que mis amigos eran felices por mis bromas aunque eso sonara demasiado altanero de mi parte.

-Esa es la actitud Alme!- grité algo eufórico, no me importaba si los niños de menor grado me miraban como si fuese un bicho raro, después de todo nunca me ha importado nada demasiado. -Te aseguro que este año seré especial, pasamos a una nueva etapa de educación debo celebrarlo- le guiñe un ojo con complicidad, aunque reciba algún regaño por parte de mis progenitores y de los directivos de  Hogwarts este año no me detendría, ni aunque me dijesen que debía madurar, que ya estaba 'grandecito' -palabras de mi padre-.

-Ja jaja -solté una risa con el comentario de Vesta. -No, no Vesta, mi chocolate es sagrado- abrace con broma y 'desespero' mal fingido las cajas en mis brazos.

Almeida a los pocos segundos salio al rescate de su amiga serpiente, bueno no tenia nada en contra de ella, pero como antes dije solo Almeida es la unica Slytherin que no me cae de... la patada. La mayoría son pretenciosos con sus bobas creencias de la sangre pura y esas cosas de clases sociales. Detestaba cuando hablaban de esas cosas, incluso algunos de mi casa también se han comportado de tal manera. Ahogue una risa al escuchar la risa de los niños y la pregunta de la castaña, mas aun cuando Vesta le dijo honestamente lo que le sucedía. Casi suelto las cajas de ranas de chocolate para llevar mi mano a la boca y tratar de contener la risa, pues en efecto, lo que la Ravenclaw dijo era correcto, la cara de la Hija de Salazar, estaba llenándose por completo de... bello. Bien.... de algo estaba seguro y de eso era que, UNO: Almeida se veía re-graciosa y DOS: que moriría ese día por jugarle una broma a mi amiga.

-¿Qué?, pero no he comido nada, ¿como es que...?- deje la pregunta incompleta y mire a Henry directo a los ojos, simplemente le tire una mirada de basilisco y comence a hablar en parsel, al darme cuenta que muchos me miraban y Henry no entendía nada habla en castellano y articule claramente... -Te matare Henry, sera un muerte lenta y dolorosa-
Era obvio que no hablaba en serio pero muchos de los que nos miraban se hicieron para atrás o al menos creí que era por eso, hasta que comence a ver el humo y a Henry partirse de la risa, Vesta estaba aguantando la risa hasta que no pudo más de pronto después de arder en una llamas verdes se me callo todo el pelo y cuando digo todo era todo incluso el de la cabeza, estaba a punto de abalanzarme contra Henry cuando sentí de nuevo mi cabello sobre los hombros... -Henry de verdad te mataré, jajajaja... Fue muy buena broma pero no vuelvas a hacerlo-

No podía parar de reír, de un momento a otro mi risa se escapo de mis labios y rompí a reír en voz alta, en ese momento poco me importaba lo que los chiquillos frente a nosotros pensaran, era ¡divertidisimo! No todos los dias veías a la adorada hija de Salazar Slytherin cubierta por completo de cabello. Almeida parecía furiosa, mas aun después de quedar 'calva' por completo durante algunos segundos. Comenzó a hablar en parcel, algo que no se me hacia raro, yo solía hablar en Alemán cuando me enfurecía. -De.. debiste...- las palabras no podían salir por completo de mi boca, estaba muerto de risa, sin duda ella sufrió una de mis bromas, pero me alegraba haberle hecho reír también, como siempre decía, "una buena broma no es buena si la victima tampoco la disfruta". -Ya, ya prometo no volverla a convertir en un monstruo peludo y después dejarle calva de nuevo, Srita. Slytherin- hice una leve reverencia, mirándola con ojos bromistas y pocos serios, pero si, por el momento no mas bromas para la castaña si quería seguir vivo. -Créeme bella Vesta, conmigo cerca tus días nunca serán lo mismo, ¿verdad Almeida?- le pregunté a mi amiga, desde siempre tocamos juntos en muchas clases, por eso los castigos juntos con los demás cómplices

Me quedé algo estático por el pequeño abrazo de la serpiente, no me lo esperaba a decir verdad, por lo cual le miré algo sacado de onda cuando se separo de mi. Sonreí ante su agradecimiento, sabia que ella tenia algunos problemas, o cosas por el estilo, por eso adoraba hacerles reír a mis amigos, no me agradaba verlos decaídos con amargados. -Ya sabes, Almeida, cuando gustes estoy para alegrarte el dia- le guiñe el ojo y despues... llego un sonrojo, como siempre me sucedia cuando hacia algo 'atrevido' respecto a la galanteria. No estaba acostumbrado a ello asi que cuando lo hacia me avergonzaba. -Lo siento.- miré a otro lado observando a los niños. Oh vamos ya es suficiente, hemos durado todo el dia aqui. -Si vuelvo a ver que algun niño se mete a la fila... lo congelare por una semana!- los pequeños me miraron con algo de miedo ante mi cara de molestia. Unos pocos minutos era suficiente pero ya habia pasado una hora, o tal vez mas.

Realmente se estaban colando los niños era un poco molesto pues parecía que llevabamos años formados había comenzado a oscurecer y moría de hambre. Me encantaba pasar tiempo con Henry pues era uno de mis mejores amigos pero ya habría tiempo para ello, teníamos un curso entero y clases juntos, así que para ponerle enfasis a la amenaza de Henry, dije un par de palabras en pársel como si fuera un conjuro o maldición un par de niños salieron despavoridos de la fila y se alejaron lo más que pudieron de nosotros, tal vez Henry y yo eramos un tanto "amenazantes" pero Vesta tenía cara de ángel, en fin. Avanzamos por la fila un poco más rápido había funcionado la técnica de amenaza, seguimos hablando de trivialidades y un poco de esto y de aquello, le pregunte a Henry sobre su familia y solo me respondio que ya habría tiempo pues había algo que deseaba contarme, ¿sería una novia? Bueno ya habría tiempo, ahora lo que más urgía esta salir de Honey Dukes pues desea cenar con urgencia y mañana sería el gran banquete así que quería descansar mucho... Y esperaba encontrar al menos una carta de Adam en la sala común.

Finalmente llegamos al mostrador después de espantar a los niños traviesos que se nos habian colado frente. Pagamos las golosinas, meti mis ranas de chocolate en unas bolsas para llevarlos a mi habitación. Las escondería bien para que mis compañeros no se atrevan a quitarme ni una sola ranita, el chocolate era mio. Vesta se despidio de nosotros -Hasta luego...-le dije. Miré a mi amiga Slytherin. -¿Quieres que te acompañe a Hogwarts?- le pregunte, despues de todo yo iba a ir para alla tambien.

Me despedí de Vesta y me voltee hacia mi amigo, el amablemente se ofrecio a acompañarme, sonreí ampliamente sabía que su compañía me haría mucho bien. -¡Claro, me encantaría- Tome mis enormes bolsas de dulces, Henry sus ranas de chocolate, este año no encontraría chocolate en todo el mundo para regalarle a Henry en su cumpleaños pues el arraso con todo nos encaminamos hasta el carruaje y nos dirijimos hacia el gran castillo. El camino fue cortisimo y mientras platicabamos y reíamos más coto parecía.