Buscando el reloj - Casting

Callaghan lo miraba directamente a los ojos mientras que su mano derecha hacia más presión en el cuello del pobre infeliz que yacía contra la pared, tornándose de un color algo morado. La cara del joven no podía llevar más susto y desesperación de lo que ya lo hacía en aquel momento. Nadie decía nada y solo se podían escuchar los quejidos y sollozos del pequeño león. Lo volvió a soltar, pero esta vez los ojos azules intensos de Callaghan indicaron que sería la última vez que lo dejaría respirar a menos que dijera donde lo había escondido.

- Aparentemente tu pequeño cerebro no se percata del gran error que cometes, no me hagas perder más el tiempo y entrégame la reliquia.

El minúsculo joven abrió la boca para respirar profundamente y nuevamente dio la misma excusa del no saber dónde se encontraba el reloj de plata, diciendo que él no había sido y que le habían tendido una trampa. El miedo a lo peor se escuchaba en cada palabra que decía, las gotas de sudor caían desde su frente por sus mejillas y la respiración le faltaba.

Callaghan sonrió de lado al sentir el miedo del muchacho, no había otra cosa que le pudiera dar más satisfacción que el ver a los cobardes en el suelo suplicando piedad. Pero ahora él estaba furioso, sus mejillas enrojecieron ligeramente y los ojos se perdían en el odio. Hizo un ademan con la mano y el joven retrocedió unos centímetros asustado. Callaghan ahora tenía la varita en mano, apuntándolo directamente a la cara. – Por favor no lo hagas, juro que no sé dónde está el reloj – Sus palabras no hicieron ningún efecto en él, y al cabo de milésimas de segundos un rayo escarlata impactaba en la cara del joven alumno de Gryffindor, quien ahora caía desmayado contra el suelo.

Kendall corrió a revisar si escondía el reloj en alguna parte, luego miro a Callaghan y le dio la señal negativa. La rabia aumento en el, no podía creer que alguien fuera tan estúpido como para quitarle una reliquia de esa magnitud a él. Guardo la varita y luego se dio la vuelta, camino hasta la salida de la habitación y tras un golpe sonoro de la puerta James desaparecía de la vista de los demás.