mT01: Banquete de Bienvenida

por **Moderador del Rol** Miér Ago 27, 2014 1:35 pm

mT01: Banquete de Bienvenida

31 de agosto de 1001

Es inútil tratar de ocultarlo. Todos en el castillo lo notan. El aroma que desprenden los platillos asados, y los postres horneados en la cocina de Hogwarts se esparce cautivadora y lentamente por los pasillos y escaleras del colegio, mientras todos los habitantes se preparan con sus mejores galas en honor del Banquete de Bienvenida para dar comienzo al octavo curso del colegio, y al primer curso de la universidad.

Las puertas del Gran Comedor se abren por arte de magia a las ocho en punto de la noche, invitando a los alumnos y profesores a comenzar con el festín. Poco a poco, los alumnos llegan y se acomodan en las largas mesas de la habitación, esperando ansiosos la llegada de los cuatro fundadores y por supuesto, de la suculenta cena.

Normas

1La Mini-Trama no. 1 (mT01) tendrá una duración de una semana (hasta el miércoles 3 de septiembre).

2Nadie está obligado a participar, y está abierta a cualquiera que así lo desee.

3Tienen tres días aproximadamente (hasta el sábado a mediodía, hora del foro -México) para postrar en la minitrama y se considerarán participantes de la misma. Todo aquel que no postee en este periodo no podrá participar posteriormente.

4Los participantes de la Mini-Trama deberán participar en ella hasta el final. Quien así lo haga recibirá 50 galeones y 20 puntos para su casa. Los participantes que la abandonen serán penalizados con las mismas cantidades.

5Dejen por lo menos tres mensajes de rol de otros personajes antes de volver a postrar. Sin embargo, no es necesario seguir ningún orden en específico.

6Presten atención al usuario PNJ que posteará y al Moderador de Rol; serán los que guiarán el desarrollo de la Mini-Trama. Los personajes de los Fundadores serán participantes adicionales.

7Las dudas que surjan pueden hacerlas por privado al Moderador o a cualquiera de los fundadores.

por **Coleen A. Hamilton** Miér Ago 27, 2014 3:20 pm

Había estado muy nerviosa, era su primer año como estudiante universitaria y quería que todo fuera perfecto, era el comienzo del inicio de su futura carrera y según ella dependiendo de cómo le fuera en la universidad definiría como le iría en el resto de su vida laboral. Había vuelto locos a sus hermanos en casa mientras acomodaba todo, totalmente histérica, y luego no había dicho ni una palabra en el carruaje mientras los llevaban a Hogsmeade con todas sus cosas guardadas, el que volvieran a Hogwarts le daba un gran alivio pues era un entorno ya conocido y sentía que le ayudaba más a controlarlo todo.

Cuando llegaron al colegio cada Hamilton se dividió a su lugar, ella busco con la mirada a Aaron ya que no lo había visto antes en el autobús y no lo encontró, pensando que aún no había llegado, pero ya era momento de irse a sentar en su lugar por lo que suspiro y fue a uno de sus habituales lugares junto a sus conocidos, aunque no podía evitar seguir mirando el lugar en busca de su mejor amigo.

por **Erzsébet M. Stark** Miér Ago 27, 2014 3:27 pm

Estaba ansiosa por volver al colegio, quería comenzar de una vez clases, oír las risas de los alumnos, oler la magia en el aire y sobre todo alejarse por un año entero de sus padres, ya no los soportaba, parecía que habían decidido pasar todo el verano en la mansión solo y únicamente para matarse a gritos, agradecía que no hubieran sacado las varitas más que un par de veces, si se terminaban matando de verdad sólo le complicarían más la vida. Su abuelo no había podido pasar ni una semana con ella lo que la había tenido algo triste pero la había compensado acompañándola a agarrar el carruaje a Hogwarts, con sus cosas guardadas y su mascota en resguardo le había dado un beso en la mejilla y un abrazo sintiendo lo poco que lo había visto y se subió al carruaje.

Su mirada se ilumino al llegar al colegio, como le gustaba ese castillo, si fuera por ella se quedaría diez años más, disfrutaría por completo los cinco que le venían encima e intentaría ser menos asocial, debía hacer más amistades. Al entrar al comedor para ir a su mesa no encontró a nadie conocido, se sentó en su mesa esperando que alguna de las chicas o chicos que ella conocía llegara, para saber con quienes volvería a compartir casa.

por **Almeida Mérope Slytherin** Miér Ago 27, 2014 4:08 pm

Me encontraba preocupada, esa nota en el profeta en el que se menciona a padre de Adam y la ausencia de este me tenían vuelta loca aunado a mi descontrol emocional y sentimental, extrañaba tanto a Adam, me vestí con mi mejor túnica de gala una color verde esmeralda, con destellos plata y negro, haciendo honor a los colores de mi casa me maquille y baje al gran comedor, estaba como ida confundida por todo Alexandra, Eléanore, Adam y por supuesto la platica con William días antes en este mismo gran comedor, donde me sentaría y con quién no lo sabía, realmente deseaba que comenzaran las clases, así me podría distraer de todo lo queme atormentaba, además notaba a mi padre raro con todas esas noticias de levantamientos de muggles y ataque a estos, todo era tan raro y confuso últimamente que lo mejor que podría pasarme era comenzar las clases y con ello los deberes...

por **Athalia N. Daugherty** Miér Ago 27, 2014 5:38 pm

Mesa de Slytherin | Erzsébet, Almeida | Libre

Los banquetes especiales de castillo eran ocasiones especiales y claramente Athalia no se lo perdería por nada del mundo. A pesar de que añoraba la calma y la tranquilidad que se respiraba en el ambiente al haber sido pocos los alumnos que habían llegado antes de tiempo, no podía negar que le emocionaba la idea de reencontrarse con sus viejas amistades y poder deleitarse un rato con los nuevos rostros que se presentasen. Por un breve momento, había creído que su educación había concluido en aquel maravilloso castillo pero afortunadamente les habían abierto de nueva cuenta las puertas y por un par de años más, Athalia podía respirar con tranquilidad y quitarse de encima la preocupación de buscar un nuevo lugar a donde ir.

La rubia dedicó un par de horas a su arreglo personal. Era notorio el esmero en su persona y con una encantadora sonrisa abandonó la Sala Común, encaminandose hacía el Gran Comedor con su andar petulante, dejando su larga y rubia cabellera balancearse de un lado a otro al compás de sus pasos. Fugazmente, escáner con la mirada el lugar. A penas comenzaba a llenarse y rápidamente se dirigió a la mesa de Slytherin, encontrando pronto a su morena amiga. —¿Me extrañabas, Erz? — Preguntó con un aire bromista, tomando lugar a un lado de ella. La noticia respecto a los magos dispuestos a pisotear a los muggles la habían puesto de buen humor. —Slytherin, ¿por qué la cara larga? — Enarcó las cejas, mirando con cierta curiosidad.

por **Helena M. Ravenclaw** Miér Ago 27, 2014 5:59 pm

Mesa de Ravenclaw | Libre

Helena se encargó de fulminar con la mirada a su madre, quien prácticamente la había arrastrado fuera de su rincón escondido en la Biblioteca y la había obligado a irse a cambiar y arreglar al banquete. Tras espetarle que no era una niña pequeña y que ella era totalmente capaz de tomar sus propias decisiones, la castaña se encaminó a la torre de Ravenclaw, ignorando a cuánta persona se cruzó por el camino. Arrojó furiosa el bolso cuyo contenido quedó esparcido por el suelo y se tumbó en la cama. Estaba hastiada, molesta... Lo único que escuchaba por los corredores eran los murmullos sobre el altercado con los muggles y a ella realmente le importaba muy poco en aquellos momentos si el gobierno no sabía controlar a su población. Tras estar media hora perdiendo el tiempo, decidió que sería prudente arreglarse, al fin y al cabo que no le daría el gusto a su madre de quedar mal delante de sus compañeros.

Como pocas veces, se tardó más que de costumbre, o al menos eso es lo que ella creía. Al llegar al Gran Comedor dejó de la lado a la joven berrinches y amargada, esbozando una pequeña sonrisa y caminando con gracia hasta la mesa de su casa. No había ninguna cara conocida de momento, así que simplemente se quedó mirando a su alrededor, saludando de vez en cuando a uno que otro conocido y tamborileando los dedos sobre la mesa, impaciente y ansiosa. De vez en cuando sus ojos se desviaban hacia su madre pero tan rápido como la habían encontrado era que regresaban a la mesa. Apretó los labios y se quedó mirando prácticamente al vacío, esperando que algún compañero se apareciera pronto.

por **Kaetara Font** Miér Ago 27, 2014 7:04 pm

El término ''mal humor'' no hubiera hecho justicia a mi estado de ánimo actual. Estuve de mal humor cuando charlé con Eléanore en la biblioteca, cuando recordaba mi escapada a Hogsmeade y los rumores que se habían originado a raíz de ello, cuando me castigaron en el Bosque... etc. Hoy, después de leer la crónica de 'El Profeta', no estaba de mal humor: Estaba furiosa. Pero cuando una servidora se enfurece no lo exterioriza para nada, eso se lleva por dentro, como cincuenta escorpiones en el estómago retorciéndose y aguijoneándome sin piedad. Por tanto me encaminé al Banquete de Bienvenida con apariencia imperturbable y actitud desafiante, luciendo un elegante vestido de satén negro y mi rubia cabellera impecablemente peinada. Que no se diga que Kaetara Font no sabe lucirse cuando la ocasión lo merece.

Me paré a la entrada del mismo y me recosté contra el marco del enorme portón, haciendo recuento de los allí presentes. Pude ver a una de las Hamilton en la mesa roja, esa que estaba coladísima por Aaron. No se veía ningún Hufflepuff por el momento. En mi mesa, Helena Ravenclaw estaba sentada sola, luciendo su habitual pose orgullosa y altiva. Como no, la mesa verde era la más concurrida. Sonreí imperceptiblemente al distinguir a Erzsébet, estaba sentada con esa tal... Azalea, no sé. Y la insípida de Almeida también estaba por allí.

Sonreí con fiereza y amargura al recordar de nuevo la escalofriante noticia del periódico. En mi interior, algo me decía que se avecinaban tiempos difíciles. Pues bien, aquí estaría yo. A ver quién era el listo de ir a meterle fuego a mi casa. Malditos cobardes... - Que comience la fiesta. - me invité a mí misma con una sonrisa, mientras caminaba hacia la mesa Ravenclaw con la mente burbujeante de negros pensamientos

por **Eléanore Perrault** Miér Ago 27, 2014 7:58 pm

Banquete de Bienvenida. Al fin no más días de aburrimientos solitarios por el castillo, por muy raro que parezca, quería que las clases comenzaran pronto para poder ver a todos mis amigos y salir del estado de monotonía en el que estuve todas las vacaciones. Me dediqué a arreglarme para el banquete desde unas horas antes, normalmente no me tardaba tanto, pero tenía que estar impecable como siempre y solía distraerme con varias cosas en el proceso.

Cuando terminé de acomodar perfectamente mi cabello y me aseguré de que todo en mi maquillaje estuviera perfecto, salí de la sala común tranquilamente. Vaya, desde ahí se podía oler el olor de la comida... No me había dado cuenta de cuanta hambre tenía. Apresuré un poco el paso hasta llegar a las grandes puertas del Gran Comedor. Vaya que los fundadores se habían lucido decorando este lugar. Observé cuidadosamente quien se encontraba en cada mesa, varios Slytherin y Ravenclaw pero ningún Hufflepuff a la vista. Bufé, siempre llegan tarde ésos.

Observé que mi mejor amiga ya se encontraba en su mesa, así que me acerqué rápidamente a saludarla. -Hola Almeida.- le sonreí dándole un beso en la mejilla. -Te veo al rato, ¿vale?- después de eso, me dirigí a mi mesa y noté que solo había unas cuantas personas ahí. Rápidamente identifique a Helena y tomé asiento a su lado. -¿Qué tal, Helena?- me acerqué para saludarla de beso y después me giré para ver quien estaba enfrente de mí. Perfecto. -Vaya, pero si es mi mejor amiga.- le dije hipócritamente. -Me sorprende que estés aquí... supuse que ibas a estar en huelga de hambre o algo por los eventos recientes.- le sonreí inocentemente.

por **Drystan O'Grady** Miér Ago 27, 2014 8:04 pm

Mesa de Slytherin | Erzebeth, Almeida, Athalia | Libre

— Chris, no deberías haber venido, sé protegerme solo—reprimió a su hermano mediano mientras subía el escalón metálico del carruaje—. Además, si queréis que me desenvuelva en esta vida, esta no es la mejor manera.

Su hermano ladeó la cabeza con resignación y cerró la puerta deseándole buen viaje.

El camino a Hogwarts se hizo más corto de lo que esperaba, tal vez porque no estaba tan nervioso como algunos estudiantes. El pequeño de los O'Grady sabía a lo que iba, lo que haría y lo que esperaba sacar de allí durante su estancia.

Antes de que se detuviera el transporte, el joven mago no pudo controlar su emoción al hallar luz procedente de aquel e imponente castillo. Los murmullos se sucedieron sin pausa, adquiriendo mayor volumen conforme bajaban todos sus compañeros; sin apenas dificultad y manifestando su agilidad, se unió a la fila que iba adentrándose a la edificación.

Una vez dentro, recorrió los pasillos en busca de los dormitorios. Iba magníficamente ataviado con su jubón de raso blanco, con pechero de púrpura y oro salpicado de diamantes y ribeteado de armiño. Sobre el jubón llevaba una capa de blanco brocado de oro sujeta con un broche de brillantes. De su pecho pendía el escudo de los O'Grady, y cada vez que le daba la luz de las antorchas resplandecía con deslumbrantes destellos.

Y una vez en sus aposentos, se despojó de su empenachado gorro. Rápidamente hizo lo propio con su atuendo para rebuscar en su baúl y enfundarse una túnica de gala de color verde esmeralda, con destellos plata y negro, haciendo honor a los colores de su casa. Aquello servía, según había oído, para hacer a todos los estudiantes iguales a ojos del resto, salvo que la excelente calidad y textura de la prenda hablaba por si sola de la clase social de quien la portaba, revelando el status social de Drystan . Por si fuera poco, el anillo de oro que portaba en su dedo meñique izquierdo con el emblema familiar, terminaba por confirmarlo.

No tardó mucho en cruzar el umbral de los dos portones de madera de dimensiones colosales que daban al Gran Comedor, su paso era firme y seguro; ante todo no debía manifestar públicamente su emoción y fascinación respecto aquello. Con una mirada rápida, buscó la mesa de Slytherin y no sabiendo donde sentarse, decidió colocarse junto una chica rubia que preguntaba intrigada qué le sucedía a su amiga al encontrarla, tal vez, distinta a lo que era. Una tercera permanecía pensativa o eso es lo que le parecía al irlandés.

—Sea lo que sea que te mantiene pensativa, esta noche es la menos indicada para que te afecte—espetó, metiéndose en la conversación y situándose frente a ellas—. Momentos como éste son irrepetibles y únicos, que nada te trunque tu inicio de curso... —sonrió levemente ante las dos brujas y se mojó los labios—. Y por cierto, ¡buenas noches, miladys!

No era de buena educación meterse en conversaciones ajenas, pero tampoco quedarse ahí inmóvil como un espantapájaros. Drystan tenía planeado ser una eminencia y mantenerse en silencio no era el mejor método para empezar a conseguirlo.

por **Erzsébet M. Stark** Miér Ago 27, 2014 9:40 pm

Mesa de Slytherin | Almeida, Athalia, Drystan | Libre

No pasaron ni diez minutos para que comenzara a ver caras conocidas, Slytherin se había sentado cerca de ella y saludo a su compañera con un asentimiento – Buenas noches Slytherin – nunca se habían tratado demasiado en sus años escolares anteriores pero se hablaban con cordialidad, esperaba que ese año su relación mejorase. Al instante alguien más se sentó a su lado, y volteo rápidamente escuchando su saludo, le dio una brillante sonrisa pues realmente si lo había hecho y cuando la chica le había avisado de su regreso al colegio le había alegrado el verano – Por supuesto, y espero que también me hayas extrañado – dijo dando una falsa amenaza, haciéndole en broma ver a su amiga que se ofendería muchísimo si le decía que no la había extrañado en lo más mínimo ese verano.

Escucho la pregunta de Athalia a la otra morena y volteo su mirada hacia la chica, no se había fijado mucho en su expresión y espero con curiosidad que llegara a responderle para saber a qué se debía, aunque no estaba segura de que les fuera a responder. Su mirada paseo por el comedor nuevamente mirando al resto de las personas que iban llegando cuando vio la rubia cabellera de Kaetara la cual se estaba sentando en su mesa junto a otra de sus compañeras, eso la llevo a recordar el profeta, las cosas se iban a poner muy feas y esperaba no tener que decidir ponerse de ningún lado, por ahora pensaba ver y esperar para saber de qué manera iba a actuar frente al problema.

La voz conocida de uno de sus serpientes favoritas la saco de su observación, su querido Drystan había llegado y eso la emocionaba tanto como que Athalia estuviera sentada a su lado, tendría a sus amigos con ella en la universidad – Drys tiene razón, esta noche es para celebrar el inicio de un perfecto año – dijo mirando hacia la chica – Buenas noches cariño, ¿cómo pasaste el verano? -.

por **Daniel Bennet** Miér Ago 27, 2014 10:57 pm

Había llegado por fín el día que esperaba, el banquete de la bienvenida, definitivamente no podía ocultar lo nervioso que encontraba por entrar de nuevo a ese lugar que me había albergado por siete largos y agradables años, podía ver muchas caras conocidas del colegio por lo que no me sentía del tanto abrumado por la nueva experiencia.

Llegue al gran comedor y pude ver como rápidamente se empezaba a llenar de estudiantes y de profesores, dirigí mi mirada hacia la mesa de Ravenclaw, y vi que habían varias personas sentadas en el lugar, esperando a que comenzara todo el banquete. Me acerque hacia la mesa en donde habían varias chicas y me senté para poder entrar un poco en conversación y no sentirme aislado.

-Buenas noches señoritas -dije mientras me sentaba con una sonrisa en mi rostro

por **Almeida Mérope Slytherin** Jue Ago 28, 2014 12:21 am

Mesa de Slytherin | Athalia, Erzsébet, Drystan | Libre

Al acercarse mi amiga me levante para saludarla con un beso en la mejilla, -Claro Eléanore querida nos vemos pronto-.Sabía que tenía que contestarle a Daugherty pues era inevitable, solo debía ser cautelosa pues ella sabía utilizar toda información proporcionada en el momento adecuado en tu contra, así que hable tan serena y diva como siempre...-Buenas noches Stark, Daugherty que tal?, no es nada es solo que extraño a mi amors, Adam ya sabes, además estoy un poco preocupada por mi madre, ya saben con todo eso que esta pasando en el exterior-, aunque era cierto eso solo era parte de todo lo que me tenía de un humor de perros, no sabía a que hora o cuando llegaría Adam, y aunque sabía que mi madre estaba bien pues acababa de verla la noche anterior en el profeta anunciando su cuarta carrera consecutiva ganada, era un buen pretexto para mi cara larga, además nadie tenía por que saber que mi madre solo había escrito una vez desde que había llegado y menos alguien que podría correr a informarle a Font... -Drys que bueno que te nos unes.. Y bien ¿alguno pretende formar parte del equipo de quidditch? Me enteré de muy buena fuente que Alex si y obviamente también yo...- Terminé para intentar desviar el tema de mi estado de animo, estaba un poco nerviosa por ver donde se sentaría William solo esperaba no fuera a lado mío

por **Athalia N. Daugherty** Jue Ago 28, 2014 3:44 am

Mesa de Slytherin | Erzsébet, Drystan, Almeida | Libre

A pesar de haber enfocado su atención a sus compañeras, Athalia estaba pendiente de lo que sucedía a su alrededor. Poco a poco el bullicio comenzó a incrementar ante la llegada del resto del alumnado de Hogwarts. Tuvo que concentrarse en Erzsébet y Almeida, procurando no hacer notorio el gesto de desagrado ante los gritos molestos que diversas chicas de la mesa de a lado daban cada vez que una más del grupo se unía a ellas. —No realmente, me olvidé de todos al finalizar séptimo. — Comentó con una sonrisa divertida y un guiño de complicidad. —Pero fuiste de las primeras que recordé, debes sentirte halagada. —Colocó el cabello sobre uno de sus hombros. La aparición repentina de un joven tuvo como respuesta inmediata el enarque de cejas de Athalia. Se limitó a hacer algún tipo de comentario y simplemente extendió su mano. —Athalia Daugherty. — Se presentó cordialmente. —Un placer conocerte y saber que te gusta interrumpir las conversaciones ajenas. — Esbozó una sonrisa divertida, dejando claro que aquel comentario era una simple broma.

Observó con cierta curiosidad a Almeida y terminó por resoplar cuando la ojiazul terminó de dar sus explicaciones. —Simples nimiedades... — Hizo un gesto con la mano, indicando la despreocupación que sentía por aquel tema. —Por supuesto que pretendemos formar parte... La cazadora y buscadora estrella han regresado a hacer historia. —Le dio un codazo amistoso a Erzsébet. Era raro ver a Athalia comportarse de aquella forma, tan jovial y despreocupada de la vida y eso debía agradecércelo al colegio y la grandiosa oportunidad que les había prestado para seguir forjando su educación.

por **Helena M. Ravenclaw** Jue Ago 28, 2014 4:10 am

Mesa de Ravenclaw | Kaetara, Eléanore, Daniel | Libre

Aquellos impasibles dedos continuaron tamborileando sobre la mesa mientras que ansiosa, miraba de un lado al otro. Rodó los ojos al notar a su rubia compañera, quien pretendía pavonearse entre las mesas. Había momentos en los que comprendía el sentimiento de desagrado que Eléanore sentía hacia ella. Con aquel porte elegante y mirada altiva, Helena comenzó a recorrer poco a poco los rostros que iban poblando el Gran Comedor. A pesar de que encontró muchos rostros conocidos, ninguno de estos era considerado digno de portar el título de amigo, así que prefería quedarse sola en su lugar que estar rodeada de hipócritas. Su mal humor no era para nada favorable y lo único que deseaba con desesperación era el término de aquel banquete.

Se relajó un poco al escuchar la voz de Eléanore y correspondió al saludo, besando ambas mejillas de la rubia. —No me quejo, mucho... — Suspiró resignada. —¿Tú, cómo estás? — Preguntó por mera cortesía ya que realmente no tenía ganas de saber de nadie en aquellos momentos. Pero el comentario hacia Kaetara le robó a Helena una pequeña sonrisa burlona, por lo que tuvo que cubrirse los labios con el dorso de la mano y apretar los labios para no reír ante las palabras de la rubia. —Buenas noches, Bennet. —Saludó al joven que acaba de sentarse y se removió algo incómoda en su lugar. Algo le inquietaba y no podía poner el dedo sobre algo en específico ya que probablemente se trataba de su imaginación.

por **Kaetara Font** Jue Ago 28, 2014 9:32 am

Mesa Ravenclaw | Helena, Eléanore, Daniel | Libre

Al llegar a la mesa me senté cerca de Helena, más solo la saludé con un gesto de cabeza. No tenía mucha relación ni una opinión muy clara sobre la joven Ravenclaw pero hoy no sería un día muy sociable por mi parte para con nadie.
Me entretuve observando la exquisita decoración, aún con expresión indiferente y los escorpiones dando salvajes embestidas contra mis paredes estomacales... Hasta que una vocecilla conocida y repelente me sacó de mis negras ensoñaciones.
- ¡Eléanore, amiga! Qué gusto verte. - la saludé con una sonrisa hipócrita. - ¿Huelga de hambre? No es mi estilo, querida. - respondí despreocupadamente con un gesto de muñeca. - Me agrada ver que conservas el buen humor tras tan halagüeñas noticias, sobretodo teniendo en cuenta que procedes de familia muggle. - concluí con una sonrisa helada. La insensibilidad e inconsciencia de aquella tipa no conocían límites, pero ya estaba curada de espanto en todo lo referente a Eléanore Perrault. Ya se le quitarían las ganas de bromear cuando en un futuro fueran sus padres y su casa los que ardieran hasta los cimientos.
Entonces un nuevo Ravenclaw se unió a tan entrañable conversación, ¿Cuál era su nombre...? ¿Daniel? Sí, Daniel Bennet.
- Buenas noches, Bennet. ¿Qué tal las vacaciones? - respondí a su saludo con una sonrisa y toda la cortesía que pude acumular dadas las circunstancias.

por **Daniel Bennet** Jue Ago 28, 2014 12:38 pm

Mesa Ravenclaw | Helena, Eléanore, Kaetara | Libre

En un principio me sentía un tanto desubicado, no me había comportado como la persona mas sociable últimamente, por lo que las conversaciones me hacían confundir mas, observaba como en el resto de las mesas se mantenía esa misma emoción de encontrarse a antiguos compañeros, en unas mesas más que otras. Definitivamente todo comenzaría a ser demasiado interesante.

-No estuvieron mal, supongo que es interesante volver a este lugar después de pensar que lo dejaríamos -respondí a la pregunta de Kaetara, mientras escuchaba un poco de las otras conversaciones y notaba un pequeño dejo de tensión, pero decidí no darle importancia, al fin y al cabo no era mi especialidad meterme en los asuntos de los demás -¿Que tal las de ustedes? -pregunte sin mirar a nadie en específico.

por **William A. Peverell** Jue Ago 28, 2014 1:21 pm

Habían anunciado que el banquete de bienvenida daría comienzo a las ocho en punto de la noche. Sin embargo, no era mi estilo sentarme a esperar a nadie, así que a esa hora, me di un baño caliente y reconfortarte, me vestí con una túnica de gala de última temporada, me peiné con calma y tranquilidad, disfrutando del silencio de los dormitorios de Slytherin, y ocho treinta salí directo al Gran Comedor.

Conforme subía de las mazmorras las voces provenientes de la celebración se iban distinguiendo cada vez más, y el delicioso aroma del banquete se percibía ya desde el vestíbulo. Llegué al comedor y me quedé un momento en la puerta observando la escena. Varios estudiantes ya estaban ahí, algunos que habían pasado parte de las vacaciones en el castillo, como era mi caso, y otros recién llegados.

La primera persona que reconocí fue a Almeida, obviamente. Destacaba más que nadie en el lugar. Pero ella estaba en mi mesa, ya iría hacía allá en un momento. Recorrí con la mirada el resto de las mesas, y mis ojos se detuvieron en la cabellera rubia de Font, que seguramente no estaría pasando muy buen rato con Eléanore y Helena. Tendría consuelo con Bennet; pero sonreí divertido un segundo al verlas a las tres.

Caminé por entre las mesas, y cuando llegué a la altura de donde estaba sentada Kaetara y cruzamos una mirada de menos de un segundo, noté su estado de ánimo, estaba molesta, muy molesta. Seguramente ya se había enterado de algo de lo que les había contado a las Ravenclaw. Sin embargo podía apostar que lo que más le molestaba eran los recientes hechos anti-muggles. Le lancé una sonrisa burlona.

Desvié la mirada inmediatamente hacia la mesa de Slytherin y vi que Almeida quedaba a la orilla. Aunque su noviecillo llegara en aquél momento no podía sentarse a su lado, yo sí. Así que tomé asiento. -Quita esa cara, Slytherin, ya llegué -le dije evidentemente en broma guiñándole un ojo.

Miré a los demás -¿Qué tal, chicas, O’Grady? ¿De qué me perdí? -los saludé.

por **Almeida Mérope Slytherin** Jue Ago 28, 2014 3:33 pm

Mesa de Slytherin | Athalia, Erzsébet, Drystan | Libre

No paraba de mirar el gran portón sabía aue e cualquier momento entraría por ahí él pero ¿en qué momento? Comenze a jugar con los cubiertos y me enfoque en hablar con mis compañeros de mesa sobre quidditch, eso y la politíca me sacarían de mi tortura mental, -Entonces algo es seguro este año la copa de quidditch sera nuestra, Stark buscadora, Daugherty y yo cazadoras, Alex golpeadora y a ella basta con mencionarle que el equipo esta a favor de reformas pro-muggles para que los exterminé, solo nos falta otro golpeador, un cazador y un guardian genial. Ta vez sea bueno comenzar a entrenar.- No sabía como iban a tomar mi comentario sobre Alex y la verdad no me importaba yo sencillamente no tenía nada en contra de los muggles o de los nacidos de muggles solo si alguien no pertenecía a mi círculo social me límitaba a ignorarlos y ya. Mire hacia donde estaba Eléonore y vi que estaba la arpía de Font, la fulmine con la mirada y desee poder lanzarle una maldición pero me contuve, no sabía si le estaba haciendo pasar un mal rato a mi amiga o tal vez sería al revés eso me divertía un poco, tan distraída estaba aue no me di cuenta que alguién se sento justo a lado mío sonrió y yo me quedé petrificada ahí estaba William, ¿pero que demonios me pasaba desde cuando lo llamaba por su nombre de pila? ¿en qué momento había dejadk de ser Peverell?, -¡Claro Peverell no podía comenzar a cenar sin tu presencia! Intente sonar indiferente pero no estaba segura de haberlo logrado...

por **Drystan O'Grady** Jue Ago 28, 2014 4:24 pm

Mesa de Slytherin | Almeida, Athalia, Erzsébet, William | Libre

Decidió esperar a que las chicas presentes contestaran a la respuesta de Erzsébet, lo cierto es que sus veranos eran demasiado aburridos, no ocurría nada de relevancia y sentía que cada vez que llegaba la época estival, se repetía mecánicamente todo cuando ya presuponía de otros años.

Arqueó una ceja ante la confesión de Almeida, desconocía por completo lo que ocurría a su progenitora pero obviamente no iba a preguntarle en pleno banquete de inicio de curso; si bien cualquiera esperaría que alguien se interesara por el tema, al O'Grady jamás le agradó eso de preguntar, siempre quienes solían hacerlo eran chismosos, deseosos de morbo. Al día siguiente le preguntaría a cualquiera que considerara de personalidad imparcial y examinaría El Profeta. Por el momento, la discreción era un punto a su favor.

— ¿Quidditch? ¡Almeida, por favor!— rodó los ojos y dobló el cuello como si acaso fuera una ofensa—. Sabes que yo no expongo a nada donde corra riesgos de mancharme de barro, prefiero estar en las gradas... y además, Christopher fue el jugador de mi familia, osar a medirme con él sería un sacrilegio...

Así era, su hermano menor tenía un historial impecable en cuanto a estrategia e iniciativa en quidditch, tal vez porque era más campechano, extrovertido y todo sea dicho, porque sus poros rebosaban testosterona junto al resto de jugadores. Drystan era más cuidadoso, pese a que un buen cerebro es la perfecta máquina ejecutora de propósitos, no puedes ir manchado como un cerdo a perseguir tus ambiciones, la apariencia lo es todo, ya sea en vestimenta como en físico.

— Drystan O'Grady —se presentó, tomando con delicadeza la mano de la Slytherin rubia y besando el dorso con elegancia—. El placer es mio... y a esas chicas, ignóralas, el primer estatuto que debía recoger este colegio es saber donde colocar a las personas y donde a los animales, déjalas cacarear en su gallinero...

Le miró triunfante, era lo que tenía compartir afinidad con otros, en su caso, con gente de su noble y distinguida casa.

— Por favor, Peverell... no estés tan lejos de tu amor, ¡cualquiera diría que temes ponerte a su lado! — se incorporó y le ofreció gustoso su asiento para que así estuviera más cerca; lo cierto es que lo había hecho porque el tema del quidditch le aburría y dar bostezos no sería educado delante de ellas. Estando en el lugar de Peverell, podría ser receptivo a otros temas de su interés—. Hacéis una pareja entrañable... y envidiable.

Sonrió con hipocresia, al menos eso era mejor que mirarles con lástima. Le importaba un pimiento con quien estuviera Peverell y con quien andara Almeida; asco de amores, vomitivos los comportamientos de ésa índole, sobre todo en público. El ser humano se convertía en un pelele que carecía de compostura cuando se enamoraba, o se ilusionaba, por eso, el pequeño O'Grady no quería nunca enamorarse... nada salvo sus metas en el Wizengamot ocupaba su memoria, sin embargo, pronto aprendería que hay cosas que por muy meticuloso que sea, tan solo suceden.

por **Patrick Lavigne** Jue Ago 28, 2014 8:17 pm

Patrick no podía estar más aburrido en el castillo sin la compañía de Harry y Adam allí donde fuese, así que el Banquete de Bienvenida le pareció una ocasión buenísima para socializar y dejarse ver. Tardó apenas unos minutos en cambiar su parco uniforme escolar por su nueva túnica de gala. Tras un breve vistazo en el espejo de los desiertos dormitorios de Gryffindor en el que verificó que se veía tan bien como siempre Cool

, salió con paso firme en dirección al banquete.

Al llegar allí, pudo ver que la mesa Gryffindor estaba un tanto desértica, a excepción de la hermana de Adam. Bueno, ya la vería en un rato, ahora le apetecía más pasarse a saludar por las otras mesas. Se encaminó el joven Lavigne a la mesa Slytherin, que quedaba más cerca. No sin antes echar un vistazo en busca de su prometida, que estaba sentada con Helena, Kaetara y Daniel. Torcí un poco el gesto. La convinación Font/Perrault no traería nada bueno, en unos minutos me pasaría por allí.

Llegó justo a tiempo a la mesa Slytherin para oír unos cuantos comentarios que no le gustaron nada...

- Buenas noches a todos, espero que estén disfrutando de la velada. - saludé en general con una elegante reverencia - Pasaba a saludar, ya sabéis que soy pura galantería. - añadí con una gentil sonrisa que enmascaraba mis verdaderos pensamientos. - O'Grady, permíteme sacarte de tu error, pues Almeida y William no son más que buenos amigos. La entrañable y envidiable pareja de Almeida es Adam Hamilton. Mi amigo. - remarcó con un deje afilado en su voz - ¿Verdad, Almeida? - apuntillé taladrándola con la mirada. No me gustaba nada ver esa actitud entre Peverell y Almeida. Lo consideraba una falta de respeto inadmisible hacia mi amigo ausente.

por **Eléanore Perrault** Jue Ago 28, 2014 10:36 pm

-Tampoco me quejo...- le respondí a Helena suspirando, observé su reacción ante mis palabras hacia Font y sonreí divertida, tal vez no la pasaría tan mal. Justo cuando terminé mi frase se acercó un chico de mi casa a sentarse con nosotras, lo había visto un par de veces, sabía que era clase media pero realmente no estaba de humor para pelearme con alguien más si estaba apunto de tener una pelea con Font, decidí no ser tan grosera como en un día normal lo sería. -Noches, Daniel.- le lancé una pequeña sonrisa, pequeñísima, tratando de no ser hipócrita.

Keatara me sonrió hipócritamente pero sabía que seguramente estaba muy enojada por los eventos sucediendo fuera del castillo, aunque pareciera despreocupada ante el tema. Pero claro, tenía que sacar su comentario sobre mi sangre. ¿Algún día dejaría de molestar? Giré los ojos, estresada. -Vaya Font, ¿realmente crees que semejantes eventos van a afectar de alguna manera a mi familia?- iba a soltar un comentario más, pero no quería ser tan grosera con ella con más personas a nuestro alrededor.

Observé como cambiaba el tema, tal vez fue para mejor porque justamente mi siguiente movida sería sacar al tema que su familia estaba en mucho más peligro que la mía. Bennet le contestó amablemente y nos preguntó que tal nuestras vacaciones, iba a contestar pero observé que Patrick entraba al comedor, tal vez él podría calmar un poco el estrés que me estaba causando Font, y eso que a penas iba empezando la noche.

por **Alexandra Kellighton** Jue Ago 28, 2014 10:59 pm

El banquete de bienvenida...una larga tradición que no se había perdido,pensé que este año se dejaría pasar, pero creo que me equivoque..nunca he sido de los banquetes ni las fiestas ya que nunca he tenido ánimos ni amigos para compartirlo..aunque ahora tenia dos buenas razones..Drystan y Almeida,eran los únicos a quienes consideraba mis amigos los demás me resbalaban sinceramente y ni hablar de las demás casas,claro excepto Vesta aunque no estoy segura que vaya a asistir a dicho evento.Luego de pensarlo decidí asistir aunque sinceramente muy animada no me encontraba...prefería quedarme en mi cuarto leyendo un buen libro,pero ay que no pierdo nada hasta pueda llegar a divertirme,si algo no me agrada solo me devuelvo y punto final.Busque mi vestido mas elegante para la ocasión y sobre este me coloque la túnica de gala,peine mi cabello dejando caer unos cuantos rizos por mis hombros..sin duda me contemplaba era hermosa,esplendida.Sali de mi habitación dirigiéndome directamente al gran comedor donde se encontraría los demás.

Al llegar allí entre en completo silencio observando las 4 mesas,caminando con elegancia y altivez hacia mi mesa,todos al parecer se encontraban de buen humor charlando amenamente hasta Lavigne estaba allí,tal como imagine Vesta un no llegaba o tal vez no asistiría,sinceramente muchas ganas de quedarme no tenia pero si ya estoy aquí al menos me comportaría con la clase que me distinguirme acerque tomando asiento mientras besaba en la mejilla a Drys,luego lo mismo con Alme- Buenas noches caballeros y señoritas disfrutando la velada-acote en tono no muy animado observando a Lavigne-oye creo que deberías tener un poco mas de modales y no meterte en la vidas de los demás lo que William y Almeida hagan es su problema no el tuyo-dije tomando asiento clavando la mirada en el chico Gryffindor-Se supone que debemos disfrutar la velada no hablar de las relaciones personales de los demás lamento si mi forma de pensar les ofende pero me parece poco ético opinar de temas que no participan-Solté con total naturalidad mirando a Alme y luego a William,no me parecía que estuvieran hablando de su vida personal como si esto fuera un conventillo de mala muerte.

Suspire cruzando mis piernas tal vez era mi imaginación o el chico Lavigne nos observaba con detenimiento a cada una de nosotras,y viéndole bien no estaba nada mal lastima que estuviera comprometido pero aun si era atractivo,de todos modos,no era momento de pensar en eso, ahora quedaba que esto diera comienzo de una buena vez no estoy segura que me vaya a divertir esta noche...

por **Kaetara Font** Jue Ago 28, 2014 11:08 pm

Mesa Ravenclaw | Helena, Eléanore, Daniel | Libre

Daniel se veía un tanto incómodo. Aunque quién lo culpa, teniendo en cuenta el ambiente que allí se respiraba, además aquel muchacho siempre había sido un tanto introvertido. Me caía bien, era una presencia refrescante en aquella guerra de egos.
- Las mías fueron geniales. - contesté, algo más relajada. - Pura paz y tranquilidad, ideales para reponer fuerza ante el nuevo curso que se presenta. Por cierto, Bennet, ¿Qué carrera has elegido?
Justo me erguí en el asiento y me sorprendí al encontrar a Peverell pasando justo por mi lado. Aunque mi expresión seguía siendo fría, interiormente sentí ganas de saltar sobre él y destriparlo allí mismo, sin varita ni nada. Pero me conformé con corresponder a su sonrisa burlona girando la cara con indiferencia. Sonríe mientras puedas, estúpido, tienes los días contados.
Entonces habló Eléanore y comentario de la rubia sobre la supuesta seguridad de su familia me arrancó una risa burlona. ¿Se podía ser más ingenua? A veces me pregunto por qué la colocaron en Ravenclaw.
- Tu familia está tan expuesta de ser atacada como cualquier otra familia muggle, ilusa. - respondí sin borrar la sonrisa de mi rostro. - Pero ya me callo, no seré yo quien te saque de tu burbuja de luz y color, querida. Yo sé que eres feliz en tu superlativa estupidez. - concluí con un guiño.
Aquel ambiente estaba consiguiendo sacarme de quicio, realmente yo no estaba de humor para tonterías aquella noche... Así que volví a pasear la mirada por el Gran Comedor y me sorprendió ver entrar a Patrick Lavigne y dirigirse a la mesa Slytherin.
- Vaya, parece que ya llegó tu príncipe azul. - susurré a Eléanore con una sonrisa mientras lo señalaba con la cabeza. - Y al parecer saludarte no se cuenta entre sus prioridades. - añadí con aire inocente.

por **Erzsébet M. Stark** Vie Ago 29, 2014 1:29 am

Mesa de Slytherin | Athalia, Almeida, Drystan, Alexandra, William, Lavigne ~~¿Qué haces en Slytherin? ò.ó?(?) xD~~ | Libre

Rodo los ojos divertida ante el gesto de su amiga, sabiendo que bromeaba tanto como ella con sus palabras, escucho lo dicho por Almeida y la contestación enseguida de su amiga sin dejarla intervenir, no que lo necesitara, si ya habían dado la información por ella mejor, agradecía el conocer aunque fuera de vista a el resto de sus compañeras del equipo, eso ayudaría mucho a que fuera más unido el equipo durante los entrenamientos y los juegos. Una ligera risa se escapó de sus labios al escuchar la exclamación de Dyrs sobre el Quidditch, ella tampoco veía a su amigo sobre una escoba, él era perfecto para estar en las gradas viendo el partido y criticando cada jugada, para luego contarnos como le habia parecido todo desde su punto de vista.

- Buenas Peverell – saludo al recién llegado para luego escuchar la broma de Dyrstan hacia la supuesta pareja, todos en el colegio sabían que la hija del fundador de la casa verde era novia de Adam Hamilton, pero entre las serpientes había una pequeña broma emparejando a Almeida con Peverell por la tensión que solía haber entre ellos y el trato el uno con el otro, aunque claramente era algo que no había salido de la casa de las serpientes, como demostraba Lavigne el cual interrumpía de forma abrupta su conversación apareciendo en la mesa de ellos. – Todos sabemos eso Lavigne, nadie está diciendo lo contrario, es una simple broma pero dudo que la entiendas – dijo rodando los ojos para luego asentir hacia Alexandra que recién ingresaba al grupo, metiéndose con el Gryffindor como entrada – Además, como Kellighton indico, es una conversación privada, ¿te perdiste en el camino a tu mesa por casualidad? –.

por **Gael H. Burnissen** Vie Ago 29, 2014 1:45 am

Mesa Ravenclaw | Helena, Eléanore, Daniel, Kaetara | Libre

Acababa de llegar al colegio junto a Fazio, aun no entendía porque sus padres se empeñaban en que los mellizos pasaran el viaje en carruaje juntos, ellos no se llevaban para nada bien ahora, además de que básicamente era culpa de los mayores, por lo que Gael había pasado todo el tiempo en silencio leyendo uno de sus nuevos libros e ignorando a su hermano totalmente, el chico tenía la habilidad de perderse en las páginas de un libro con relativa facilidad ignorando a todos a su alrededor, y había usado la habilidad a conciencia para que su hermano no lo obstinara todo el camino.

Al llegar fue hacia su sala común importándole poco si su hermano se bajaba, se iba a la suya o se quedaba, arreglo todo rápidamente y se arregló para el banquete, ya había comenzado y la mesas estaban comenzando a llenarse, la más concurrida era Slytherin a la cual le echó un vistazo mientras se dirigía a la suya donde un par de sus antiguos compañeros y Kaetara ya estaban, al acercarse pudo sentir el tenso ambiente el cual se podía cortar con un cuchillo.

- Buenas noches damas, caballero – saludo a los presentes en la mesa azul - ¿Cómo pasaron las vacaciones? – preguntó sentándose al lado de su rubia amiga y saludándola con un beso en la mejilla – ¿Tan temprano discutiendo? – la pregunta fue hecha con un deje de broma y curiosidad, Gael era un chico que abogaba casi siempre por la paz, le gustaba la tranquilidad y que los conflictos ajenos fueran arreglados lejos de sí mismo, aunque claro disfrutaba de una buena disputa a base de palabras, lo cual era lo que solia presenciar cuando las tres chicas estaban cerca.

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